Consumo de alcohol y otras drogas en España: informe EDADES 2024
El informe EDADES 2024 presenta un panorama detallado del consumo de alcohol y drogas en España entre la población de 15 a 64 años.
El informe EDADES 2024, elaborado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, presenta un panorama detallado del consumo de alcohol y drogas en España entre la población de 15 a 64 años. Con una muestra de 26.878 personas encuestadas y un enfoque que incluye nuevas dimensiones del comportamiento adictivo, el informe subraya tendencias clave, retos emergentes y áreas críticas para la política pública.
En lo que se refiere al alcohol, el documento destaca que sigue siendo la sustancia más consumida en España, con un 76,5% de la población que lo ha consumido en el último año. El consumo diario creció ligeramente, situándose en un 10,5%, mientras que los episodios de borracheras disminuyeron al 14,7%, especialmente en jóvenes de entre 15 y 34 años. El patrón de binge drinking afecta al 16% de la población, mayoritariamente entre los 20 y 29 años, lo que refleja una persistencia de hábitos de consumo intensivo.
El consumo de tabaco continúa en descenso: un 36,8% lo consumió en el último año y un 25,8% a diario. En contraste, los cigarrillos electrónicos están ganando popularidad, con un 19% de personas que los han probado alguna vez, frente al 12,1% en 2022. Este aumento se concentra principalmente en jóvenes, marcando una nueva tendencia en el consumo de nicotina.
Lo que respecta al cannabis, se consolida como la sustancia ilegal más consumida, con un 12,6% de la población que lo usó en el último año. Su consumo ocasional incrementó, aunque el uso diario bajó al 2,5%. Este patrón es más prevalente entre jóvenes de 15 a 24 años, con un 21,9% de consumidores en este grupo de edad.
El uso de hipnosedantes, con o sin receta, sigue creciendo, alcanzando un 12% de la población en el último año, especialmente en mujeres (14,7%). Los analgésicos opioides, consumidos por el 6,6%, también reflejan un uso mayor en mujeres y grupos de mayor edad.
En términos de salud mental, el informe señala que el 2,2% de las personas encuestadas tuvo pensamientos suicidas en el último año, una cifra superior entre mujeres. Este grupo también muestra una mayor prevalencia en el consumo de sustancias y problemas psiquiátricos, evidenciando la necesidad de un enfoque integral que aborde las adicciones y la salud mental de forma conjunta.
Con respecto a la edad de inicio, el consumo de alcohol y tabaco comienza a edades muy tempranas, con una media de inicio de 16 años. El cannabis sigue a los 18,4 años, mientras que las sustancias prescritas, como hipnosedantes y opioides, tienden a comenzar después de los 30 años. Estas cifras subrayan la importancia de reforzar las estrategias preventivas dirigidas a las personas jóvenes.
El informe también evidencia que los hombres son más propensos a consumir alcohol, tabaco, cannabis y cocaína, mientras que las mujeres lideran en el uso de hipnosedantes y opioides. Este hallazgo apunta a la necesidad de diseñar políticas de prevención y tratamiento con enfoques diferenciados según género.
Una de las novedades de esta edición es la inclusión de un módulo sobre el consumo de pornografía, que se suma a los ya existentes sobre juego problemático, uso de internet y salud mental. Según los datos proporcionados, un 6,4% de la población de 15 a 64 años reconoció haber consumido pornografía al menos una vez en los últimos 12 meses. Este dato subraya la creciente preocupación sobre el impacto de las adicciones no relacionadas con sustancias, un tema que ha cobrado mayor relevancia en los estudios recientes sobre salud mental y comportamientos adictivos.
Aunque la percepción de riesgo es alta para drogas ilegales, tabaco y medicamentos adictivos, sigue siendo baja para el alcohol, a pesar de los riesgos documentados. Por otro lado, el acceso a sustancias ilegales como el cannabis (59%) y la cocaína (40,6%) ha aumentado, lo que refleja un desafío persistente en términos de control y regulación.
Con conclusión, el informe EDADES 2024 destaca la necesidad de un enfoque integral para abordar el consumo de sustancias y sus efectos. Esto incluye fortalecer las medidas educativas, el acceso al tratamiento y las estrategias de prevención dirigidas a jóvenes. Asimismo, enfatiza la relación entre adicciones y salud mental, apuntando a una respuesta coordinada desde las políticas públicas.
Al igual que sus ediciones anteriores, el estudio subraya la importancia de seguir monitorizando estas tendencias y de ajustar las estrategias para enfrentar los retos emergentes.